La creación de vida artificial es un argumento universal que se vincula con el mito de Prometeo, el titán que desafió a Zeus robando el fuego a los dioses para entregárselo a la humanidad y así favorecer su progreso, siendo por ello por orden de Zeus crucificado en la cima de una montaña (como el Pinocho de Del Toro). A nivel psicológico, Prometeo es el aspecto de la psique vinculado al altruismo y a la conciencia social más elevada. Lo que uno hace repercute en el colectivo y en el futuro de la humanidad, pues todo lo que se crea puede favorecer el progreso o bien, si se considera la ‘sombra’ de Prometeo, una creación ingeniosa también puede ser utilizada para destruir el progreso humano (véase la bomba atómica).
En el Pinocho de Del Toro (2022), Geppeto trajo a Pinocho al mundo, pero dada su extraña apariencia la comunidad (o su patriarca) vio al niño únicamente como una ‘ayuda militar’ para la causa de la Italia fascista. Así que le obligaron a escolarizar a su hijo para inculcarle los valores de la Italia fascista. Es bien sabido que los niños son el futuro de una comunidad, así que la mejor forma de preservar una ideología es inculcarla desde la infancia para que de mayores hagan un uso de la razón sesgada por la idiosincrasia deseada, convertiéndose en marionetas sin hilos fácilmente manipulables y obedientes.
GEPPETTO: HEFESTO, el artesano solitario
Geppetto (diminutivo de José en italiano, un nombre arquetípico de padre) es un arquetipo Hefesto (El dios cojo de la forja) por ser un artesano solitario que trabaja con herramientas metálicas y dedicado plenamente a su oficio más que a cualquier otra cosa, como pudiera ser su familia o su comunidad (hace años que tiene a medias el encargo del Cristo de madera para la Iglesia). Geppetto es también un Prometeo, dado que es rebelde, independiente e un ingenioso inventor (Prometeo Dios de la tecnología). Prometeo robó el fuego precisamente de la fragua de Hefesto y ambos dioses tienen muchas cosas en común, en otro post explicaré el porqué más allá de ser ambos arquetipos de excluido.
ZEUS: PODESTA, el hombre autoritario y con ansia de poder
Los personajes como Podesta (del latín Potestas: poder, dominio) que son insensibles, arrogantes, autoritarios y ambiciosos están identificados con la sombra de Zeus, el Dios del rayo y Padre del Olimpo. Con esa imagen nos presenta Del Toro al Zeus de la comunidad, bien rígido y oscuro, a la luz del relámpago. En su libro ‘Los dioses de cada hombre (Gods in everyman)’, Shinoda-Bolen nos explica que para que un hombre Zeus logre madurar debe acceder a su mundo emocional y trabajar la compasión, otrora su ansia de poder le deshumanizará profundamente. En ‘La tragedia de Macbeth‘ de Shakespeare tenemos un buen ejemplo de hombre que ambiciona el poder a cualquier precio y en cómo eso le lleva a la soledad y la destrucción. Un hombre así está muy lejos de la inocencia y la pureza del ser, algo que precisamente representa su ‘enemigo’ Pinocho.
PUER AETERNUS: PINOCHO, la inocencia
El niño-inocente o el ‘fool’ en inglés es el arquetipo de Pinocho. La pureza y la inocencia que forjan su ser son justamente lo que les falta a los hombres que le quieren destruir. Gracias a que el hijo de Podestas abre los ojos y se compadece de Pinocho, le salva ‘matando a su propio padre’ de forma simbólica (con un rifle que dispara pintura), como se diría en términos psicoanalíticos.
HERMES: SEBASTIÁN J. GRILLO, la voz de la conciencia
El grillo es un Hermes, el dios del ingenio y guía de las almas en el inframundo (suya es la idea para escapar del infierno del monstruo marino). Es el arquetipo de hombre nómada con sed de conocimiento y afán de compartirlo (Hermes dios del intercambio) que aquí toma forma de grillo ‘parlante’ con barba blanca, pues es en este caso un Hermes con rasgos de Sabio-Sénex (tipo Gandalf).
Es bello ver como Pinocho le guarda en su corazón aún ya habiendo cruzado al más allá. Todos fallecen menos el niño hecho de madera de pino, que al ser divino es perenne, como las hojas del pino. Desde lo trascendente ya somos conciencia, tal vez por este motivo Pinocho prosigue su camino sin la voz externa del grillo, que simbolizaba su conciencia interior, que a estas alturas ya ha logrado integrar para siempre en su propia psique.
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PSICOLOGÍA Y CINE 
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