‘Los juegos del hambre: balada de pájaros cantores y serpientes [2023]’ es una precuela de la trilogía de ‘Los juegos del hambre’ (The hunger games, autora obra original: Suzanne Collins), que es toda una metáfora del capitalismo salvaje en el que vivimos. En esta parte de la saga, conocemos los inicios del tirano todopoderoso y omnisciente presidente Snow, ese hombre de barba blanca (interpretado por Donald Sutherland) cuya autoridad es máxima (es un arquetipo ZEUS-Dios de ese mundo).
No obstante, antes de dejarse corromper por el poder y convertirse en ZEUS (en su versión negativa y de baja conciencia), el presidente Snow también fue un HERMES y un PROMETEO con todas las letras. A continuación explico el porqué de tal trayectoria en este personaje.
HERMES: El instructor de héroes
Snow quiere ayudar a su mentorada (la heroína de la película) y ser un mentor de éxito. Por lo tanto, la figura de Snow como un HERMES es muy evidente: es un guía/mentor de una guerrera (Hermes instructor y guía de héroes) y un tramposo (Trickster, Hermes dios del intercambio y del engaño) hace trampas para lograr que su mentorada sobreviva y traiciona a su amigo. De Hermes no te puedes fiar porque te engaña fácilmente. Esa es su naturaleza y razón de ser. Precisamente lo hermético de Snow es lo que le permite estar entre dos mundos: siendo el favorito de la jefa habiendo tenido aventuras en los distritos, y luchar en la arena siendo un miembro de la élite.
Al aceptar la propuesta de estudiar en la academia más prestigiosa se dirige a encontrar su propio camino como autor intelectual de la dictadura que se está perpetuando. De este modo, de desafiar a Zeus pasará a convertirse en Zeus propiamente: una autoridad del Estado fiel al adoctrinamiento que ha recibido. La castración de la libertad en favor de la mentalidad piramidal y jerárquica diseñada para mantener el orden y el control social a cualquier precio, manifestando el mito del titán Cronos-Saturno aprisionando a sus hijos en su interior con el objetivo de perpetuarse en el poder evitando que le sustituyan en el futuro.
PROMETEO: El dios rebelde
Al inicio de la película presenciamos como dos chicos que forman parte de una especie de parlamento (¿un Olimpo?) alzan su voz en contra de la máxima autoridad y burlan las normas para intentar empoderar algunos miembros de la clase baja de forma clandestina. La referencia al mito de PROMETEO es clara: robó el fuego a Zeus para dárselo a los humanos con tal de empoderarles, sabiendo que ese acto de rebeldía conllevaría un castigo. En la película, la analogía se encuentra en la secuencia en la que Snow y su amigo roban comida del trabajo para luego dársela a sus mentorados, que representan a la clase baja condenada a la pobreza desde generaciones atrás y sin posibilidad de progreso a largo plazo. Así, vemos a Snow como un filántropo fiel a sus ideales humanistas y dispuesto a sacrificar sus privilegios en favor de las minorías vulnerables.
DE PROMETEO A ZEUS: De héroe a villano. El mal uso del poder
La misma historia se desarrolla en el personaje de Darth Vader (anteriormente Anakin Skywalker), el jedi que se pasó al lado oscuro de la fuerza y quien confesó a Luke Skywalker ser su padre (‘soy tu padre’). Al igual que Snow, Darth Vader también pasó por las fases de PROMETEO y HERMES, por lo que el paralelismo es muy preciso. Anakin es la joven promesa por antonomasia, un PROMETEO: es un inventor superdotado (dios de la tecnología), un inocente esclavo que lucha por su libertad (Prometeo encadenado) y muchos depositan en él la esperanza de liderar la rebelión y derrotar el autoritarismo del imperio (Prometeo el dios rebelde, el ingenio al servicio del progreso).
Tanto Anakin como Snow son rubios, un detalle importante debido al simbolismo psicológico del oro: la claridad mental, la iluminación, la mente despierta, la conciencia búdica, el pensamiento superior divino, la inteligencia extraordinaria. Snow destaca por sus ideas rompedoras, que al principio parecen una locura y luego resultan una genialidad que obliga a modificar algunas leyes para poderlas aplicar formalmente. Este tipo de ingenio se vincula con la mente prometeica.
En cuanto a la fase HERMES, Anakin engañó y traicionó cruelmente a los suyos (los jedi), pasando un largo tiempo entre dos bandos (igual que LOKI, su homólogo de la mitología nórdica). Tal ambigüedad se manifiesta en su mismo nombre, ya que se le conoce por dos nombres distintos: uno para su parte consciente (Anakin) y otro para su parte sombría (Darth Vader).
ARES: El dios de la guerra
En añadido, ambos pasan por una fase ARES, el dios de la guerra (de hecho, Anakin significa ‘guerrero’), ya que ambos se entrenan para ser buenos luchadores (Snow hace un entrenamiento militar y Anakin un entrenamiento para ser un guerrero jedi), si bien este dato no es muy relevante ya que es algo natural. En la vida real todos necesitamos aprender a hacer un buen uso de la agresividad y así poder afrontar los obstáculos que nos presenta la vida, ya que los padres no estarán siempre ahí para protegernos.
Tanto Snow como Anakin están enamorados y hacen locuras para que su amor sobreviva. Del amor redentor y casi prohibido que se dibuja en esas relaciones hablaré en una próxima publicación, aludiendo a la obra de referencia en este sentido: Romeo y Julieta de William Shakespeare. Asimismo, compartiré el significado de la metáfora de los pájaros cantores y las serpientes. Amor y miedo, vida y muerte, consciente e inconsciente.
LA SOMBRA PERSONAL ES LA SOMBRA COLECTIVA
La saga de ‘Los juegos del hambre’ tiene un mensaje necesario para descubrir la sombra de la sociedad, tal y como lo tiene la serie ‘Black mirror’, por ejemplo. Sin estas obras sería más difícil tomar conciencia de lo propio inconsciente y de lo que se puede mejorar individualmente. Lo personal es colectivo y viceversa.
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